lunes, 12 de noviembre de 2012

5. De gatos y ratones

¿Por qué razón se llama gato el artilugio mecánico que utilizamos para levantar el coche cuando hay que cambiar la rueda pinchada? Se me ocurre pensar que, entre el aparato que se eleva y el lomo arqueado del gato ante la presencia de un perro, puede haber cierta semejanza. De todas formas no es un caso aislado de metáfora zoomórfica pues, si se observa la lengua de los artesanos y agricultores, encontramos en ella una marcada inclinación a comparar las herramientas de cada oficio y conceptos afines con figuras de animales.
La pata de cabra es un instrumento con el que los zapateros alisan los bordes de las suelas; galápago es el palo donde encaja la reja del arado y también molde en que se hace la teja; rana, en Andalucía, es un artilugio triangular hecho con troncos y que se utiliza para transportar piedras; borrico, borriquete y caballete son nombres que se les da a los armazones de madera que sirven de base para tableros, maderos o cuadros. La grúa, máquina para levantar pesos, procede de grulla, por comparación de este aparato con la figura del ave al levantar el pico del agua. Y por similitud en la forma con la cigüeña, se ha dado el nombre de cigüeñal o cigoñal al doble codo en el eje de ciertas máquinas, y también a la pértiga que, apoyada en una horquilla y con una vasija en un extremo, se utiliza para sacar agua de pozos poco profundos. Si de mulo se formó muleta en la que se apoya el que tiene problemas al andar, del mismo animal se tomó muletilla, frase o expresión hecha de la que se ayuda quien tiene problemas para expresarse con fluidez. Últimamente la jerga informática ha difundido el término ratón para nombrar el mando separado del ordenador que, rodando por la superficie, sirve para manejarlo.
Las animalizaciones lingüísticas o metáforas zoomórficas no son exclusivas de nuestra lengua ya que podemos encontrarlas en todas las culturas. El grifo que abre y cierra el paso del agua, en la antigüedad era un animal mitológico, mitad águila mitad león. Pues bien, en francés el grifo es robinet 'carnero', en Sicilia aceddu 'pájaro', y en alemán Hahn 'gallo'. El disparador de las armas de fuego, para los españoles es un gatillo o un perrillo; para los italianos y franceses un perro; para los griegos un lobo, para los alemanes, yugoslavos y vascos un gallo. Esta tendencia a designar objetos nuevos con nombres preexistentes, como es el caso de la utilización de nombre de animales, parece ser uno de los mecanismos más productivos de enriquecimiento del lenguaje humano. Es más, hay quien defiende que en sus inicios todo el lenguaje fue metafórico y que se podía hallar en esa tendencia el origen del lenguaje mismo. Muchas palabras, hoy percibidas como no metafóricas, son en verdad metáforas extinguidas.

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